Níger: Un grupo de soldados anuncian el golpe de estado por televisión
El portavoz del grupo de militares es el general Abdourahamane Tchiani, quien habló en el canal de la televisión nacional de Níger para anunciar la concreción del golpe de Estado. Además, los golpistas anunciaron que han disuelto la Constitución, suspendieron las actividades de todas las instituciones, cerraron las fronteras del países e instauraron el toque de queda nocturno.
En el discurso televisado, el que fuera líder de la guardia presidencial en Níger, el general Abdourahamane Tchiani, afirmó que liderará el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP).
Luego de 12 años liderando la guardia presidencial y, tras grandes diferencias con Bazoum, Tchiani intentó justificar el golpe militar aduciendo un «deterioro de la situación de seguridad». También criticó la falta de cooperación del presidente Mohamed Bazoum con las juntas militares de Mali y Burkina Faso para fortalecer la lucha contra la insurgencia yihadista en la región del Sahel.
Después de la elección de Bazoum como primer presidente escogido en las urnas, en 2021, los yihadistas, que se habían asentado en las tierras de Malí en 2012, han ganado mucho terreno, con una creciente espiral de violencia que ha dejado miles víctimas y más de 6 millones de personas que se han visto desplazadas en todo el Sahel.
El ataque al gobierno ocurre dos años después de ser haber sido elegido como presidente Mohamed Bazoum, así culmina la primera transición democrática de la historia de Níger. El país es un aliado clave de los países occidentales para enfrentar a las insurgencias islamistas en África occidental y en su territorio están asentadas distintas tropas extranjeras, incluyendo a tropas francesas y estadounidenses.
Tchiani no nombró durante su discurso a Francia, su principal socio en la zona, aunque el general remarcó que se respetarán «todos los compromisos internacionales suscritos por la República de Níger y los derechos humanos» y pidió a sus socios dar «todo el apoyo necesario». Rápidamente llegó la respuesta del líder francés Emmanuel Macron, quien calificó el levantamiento como «ilegítimo» y «peligroso». Desde Papúa Nueva Guinea, en Oceanía, el presidente Macron rechazó contundentemente la insurrección militar ocurrida en Niamey: “Este golpe de Estado es perfectamente ilegítimo y profundamente peligroso para los nigerinos, para Níger y para toda la región”, enfatizó.
En sus declaraciones, Macron remarcó que el único líder legítimo de Níger es el presidente Mohamed Bazoum y pidió la inmediata liberación del funcionario derrocado, que se encontraba retenido en el palacio presidencial por su propia guardia.
El mandatario francés también solicitó el restablecimiento del orden constitucional y confirmó que mantuvo conversaciones sobre la crisis con los presidentes de Nigeria y de Benín. «Apoyamos a las organizaciones regionales, en particular a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), en las decisiones de mediación o condena y sanciones con respecto a los golpistas», indicó Macron. Además, el sostuvo que están preparados para respaldar sanciones contra los responsables de este golpe de Estado «peligroso» en Níger.
Occidente pierde un socio importante
En la jornada del jueves, el jefe del Estado mayor, el general Abdou Sidikou Issa, indicó que respaldarán la decisión de los golpistas. Ese mismo día, en las calles de Niamey aparecieron manifestantes que marcharon para festejar el golpe. Una marcha fue más virulenta, que incluyó el saqueo, quema de autos y la destrucción de la sede del partido del presidente derrocado. Otra manifestación fue más pacífica, pero con banderas rusas y cánticos en apoyo al grupo ruso Wagner, que tiene presencia en países vecinos.
“Estamos cansados de ser el objetivo de los hombres en el monte. Abajo los franceses. Ahora vamos a colaborar con Rusia”, anunciaba a la agencia AP el manifestante Omar Issaka. La mención de los hombres del monte se refiere a Al-Qaeda y el autodenominado Estado Islámico, que tiene presencia principalmente en el occidente del país, fronterizo con Mali y Burkina Faso.
Con la caída del gobierno en Níger, la región del Sahel tendrá tres juntas golpistas, además de militares que tienen el poder en Mauritania y Chad.
El jueves 28 de julio, Yevgeny Prigozhin, jefe del grupo mercenario ruso, elogió el golpe, señalando que es una «liberación» de los colonizadores occidentales. No obstante, el ministro de Relaciones Exteriores en Moscú, Sergei Lavrov, remarcó se debe reinstaurar el orden constitucional inmediatamente.
Níger cumple un papel estratégico en la región del Sahel
En el país africano, Francia tiene más de 1.500 soldados, además de efectivos expulsados de la Operación Barkhane en Mali y Burkina Faso. Por su parte, Estados Unidos cuenta con 1.000 militares en terreno nigerino. Además de los recursos bélicos, también aparecen los intereses económicos: Washington, en 2021, aportó más de 500 millones de dólares en asistencia militar, mientras que la Unión Europea acercó 30 millones de dólares el mismo año.
En el terreno militar, desde hace más de 10 años, Níger ha sido un país estratégico para occidente en la lucha contra el yihadismo, ha sido un freno para contener la migración subsahariana y un buen exportador de uranio, lo que representó el 10 por ciento para las centrales nucleares de Francia.
El diario francés ‘Le Monde’, en su editorial, remarcó que la crisis también va acompañada de la falta de inversión social: «La caída del presidente Bazoum debería ser aprovechada por los occidentales para reflexionar sobre las razones de los sucesivos fracasos en la región. Su prioridad, dada a la seguridad sin tener suficientemente en cuenta el nivel de vida de las poblaciones afectadas, ha mostrado sus límites».
En la historia de la humanidad África ha sido un continente maltratado, se lo ha exprimido cruelmente desde el inicio del comercio de esclavos, las explotaciones mineras, la trata de personas, el descuido del medio ambiente, la venta de armas como laboratorio de guerras sin patria, y se podría extender largamente la lista de atropellos. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI Occidente no haya encontrado respuestas pacíficas para llevar orden y una mejor calidad de vida en el continente. Mientras primen los intereses militares y económicos los resultados serán similares, seguirán las revueltas militares, los golpes de Estado, la incursión de grupos yihadistas y paramilitares, más de lo mismo: indiferencia para el cuidado de las poblaciones africanas. El mundo debe volver a mirar al continente africano para tender una mano solidaria.