Por favor, no consumas información chatarra
Por Walter Calabrese
Los paradigmas cambiaron, las audiencias se fragmentaron, hoy la información circula por muchos nodos, en donde se consumen y producen nuevos contenidos. Es la era de la comunicación multimnodal. Eso no es malo en sí, lo que está en discusión es cuánto podemos aprender con lo que circula en las redes sociales. Allí, transitan fake news junto a medias verdades, operaciones de prensa, alguna data levantada de los medios masivos y, lamentablemente, los discursos de odio que martillan con mantras generados por ejércitos de trolls, verdaderos especialistas en disparar insultos y mentiras para intentar tapar la gris realidad que vivimos.
Ahora bien, qué sociedad estamos construyendo, pues los cimientos son endebles. Si se considera como verdadero lo que circula en las redes sociales sin tomarse el trabajo de chequear las fuentes y su veracidad, estaremos repitiendo como loros consignas fabricadas por mercenarios de la información. En ese andar, la verdad queda tirada en un zanjón y los relatos se convierten en panfletos huecos, en planificadas miserias destinadas a propagar el odio contra quien piense distinto.
Del otro lado del mostrador aparece un ejército de libertarios aplaudidores de esos mantras creados para denigrar y para hacerles creer que el Estado es un monstruo.
Muchachos, es momento de parar la pelota y ver quién es el verdadero dueño de la liga que mueve los billetes, es tiempo de pensar de dónde viene esa información, hay que chequear las fuentes, hay que revisar la historia sin prejuicios.
Los libertarios encontraron un nicho, muchos jóvenes decepcionados, rotos, sin trabajo, detectaron que deambulaban en las redes sociales, particularmente en Tik Tok, una plataforma de la inmediatez sin contenidos. Y fueron por ellos con mensajes básicos, que no admiten el debate porque son pura cáscara, solo es información chatarra, que se digiere rápido sin pensar demasiado.
Preocupa que varias generaciones hayan quedado atrapadas por las telarañas de las redes. La sociedad moderna ha creado máquinas errantes, del trabajo al celu y del celu al trabajo. Solo tocan la pantalla, nada más.
El amor y la amistad están bien guardados en algún escritorio viejo junto a algún libro no leído. La nada llegó y estábamos distraídos mirando Instagram…
El bobero ganó la partida en el ballotage, cuánto tiempo durará la ceguera. Esto ya no es lo que era, la escasez sobrevuela la casa de los justos, y eso no es un pretexto, es una triste verdad. Habrá pan dulce en la mesa pregunta la abuela, no sé dijo la familia…
Ha llegado la hora de la nada, son los de siempre. La nada empieza cuando abandonas los libros y comprás con un extraño candor los destellos efectistas de un gobierno que viene solo a hacer negocios. Porque ahora las ovejas quieren ser lobos de Wall Street para comerse lo que queda de la torta. A ellos no les importa, no tienen agrado del prójimo, aunque anden con rabinos, solo quieren beber buen vino.
Pero te pido una cosa, que cuando mires la pantalla mires bien de qué se trata, no es cosa barata la mentira que ataca. Tomate un tiempo para pensar que en los libros hay muchas respuestas, haz un pequeño esfuerzo para analizar con mejores argumentos la realidad.
Y otra cosa, el individualismo es un callejón sin salida, la meritocracia es un camino en el que solo pueden circular quienes han tenido buenas oportunidades para progresar, es decir, lo que tienen mejores recursos económicos. El libre mercado es gobernado por las empresas privadas, y en su lógica solo emplean personas con formación universitaria. Te vendieron la idea de que con esta libertad iba a avanzar el trabajo. No amigo, sin estudios secundarios ni universitarios no te abrirán las puertas los privados, y si se llevan tus derechos laborales con la Ley Bases con suerte tendrás contratos basura de tres meses y luego chau, toman a otro, repitiendo la escena para no darte un puesto efectivo. Esto ya lo vivimos en los noventa, la precariedad laboral fue un tren fantasma insoportable. Hoy encima desfinancian la educación pública, el único camino que te quedaba para poder salir de abajo alcanzando un título superior.
Ser pueblo no es malo, no te creas el cuento de que todo es populismo. De abajo, del pueblo, surgieron grandes líderes, científicos, intelectuales y deportistas. El pueblo forma parte de la Patria, y es un nexo que nos permite hermanarnos en las buenas y en las malas. La oligarquía solo piensa en sus privilegios, negocios e intereses de clase. Éstos gobiernan ahora. No te confundas, ellos no van a velar por tus derechos laborales, no van a hacer obra pública para construir o mejorar las escuelas y hospitales, porque el objetivo de sus acciones termina en una cuenta de Suiza o en paraísos fiscales.
Tenemos mejores opciones, hay un camino lejano, se puede llegar. Hay que usar la memoria, es la calle de la solidaridad, esa que habitualmente transita el pueblo para dar una mano al caído, para sostener al que se está levantando, para abrazar al que vive en la pobreza. Y el pueblo naturalmente es peronista, porque siempre creyó en defender los derechos y necesidades de los trabajadores. Por eso es importante que se vuelva a las fuentes, que conozcan las 20 verdades que escribió Perón para guiar al pueblo. Hoy, muchos jóvenes no conocen uno de los grandes momentos de nuestro país, el que se construyó con el surgimiento del peronismo.
Permítales decirles que el justicialismo difiere sustancialmente con algunos conceptos que expresa el kirchnerismo, pues este se alejó de la doctrina peronista original, son dos expresiones políticas muy diferentes. El kirchnerismo es un liderazgo agotado, por eso muchachos es hora de volver a Perón para reencontrarnos con la doctrina que le dio esperanza al pueblo.
Perón hablaba de la Tercera posición, que establecía que el movimiento no era ni yanqui ni marxista. Con ello daba a entender que el justicialismo es una postura distante de esos polos, porque piensa en la Patria asegurando la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
El movimiento peronista es profundamente solidario, en las 20 verdades estaba registrado, Perón sostenía que “El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista”. Muchos cristianos desconocen esta vocación que tenía Perón de respaldar la construcción de la Nación con valores cristianos. Por ello resulta vital que conozcamos la historia de nuestro país, es allí donde encontraremos respuestas para reconocer a quienes están del lado del pueblo y quienes lo maltrataron.
Volvamos a las fuentes, leamos sobre historia para repensar el presente. No hay salida de la crisis con recetas puramente financieras, se necesita de una gestión política respetuosa de las necesidades de la población, con un Estado presente que controle y cuide de la gente. No se dejen engañar por artilugios escritos por las corporaciones, quienes buscan una Ley Bases para comprarse todo, tierras, empresas del Estado, litio, petróleo. Vienen por todo y en ese esquema el pueblo queda relegado a ser un simple espectador, sin voz, sin derechos.
El mercado no puede resolver por sí mismo todo lo que ocurre en un país, porque en su esencia no existe tal criterio, su razón de ser es el interés particular, es decir, sus propios negocios, no entiende del bien común. Solo una política que respete la justicia social puede acoplarse para cuidar de los ciudadanos.
Por favor, revisemos la historia, no sigamos repitiendo cuentos de viejas en las redes sociales. El mercado no va sanar tu economía familiar, simplemente porque no les importan las personas, sólo esperan que existan activos consumidores. El mercado te dice pensá en tu éxito, cerrá el corazón y no mires hacia los costados. Con esas consignas sólo escucharás lo que quieren que escuches para comprar su combo.
Estemos atentos por favor, porque están saqueando la Patria y dejando descalzos a muchos compatriotas.
La solidaridad es último refugio de dignidad que les queda a los argentinos. El peronismo es un movimiento que siempre ha promovido la solidaridad para hermanar al pueblo y para darles dignidad a los trabajadores.
No olviden que la historia es un espejo sabio para revisar el presente.
Para concluir, agrego una advertencia que escribió Eric Fromm hace ya algunos años.
“La sociedad de masas convierte al hombre en una mercancía. Su valor en cuanto persona radica en su carácter vendible y no en sus cualidades humanas de amor y razón o sus capacidades artísticas…El trabajo alienante influye en la amistad, en el concepto de justicia y en el de verdad…Temo que la gente se esté volviendo indiferente al prójimo; si todos son mercancías, no hay nada que los diferencie de las cosas”.
Eric Fromm, en Psicoanálisis de la sociedad contemporánea