Crecimiento del vecinalismo en Dolores
A veinte días de las PASO se viene registrando en las encuestas un marcado crecimiento del partido vecinalista Primero Dolores. La mayoría de las personas encuestadas indican que simplemente van a votar a nivel local, que optarán por votar por la lista corta. Otros electores, ya tienen su opción nacional, pero lo llamativo que aparece en los sondeos es la buena recepción y aceptación de las propuestas del partido vecinalista Primero Dolores. En ese cambio de actitud del votante dolorense influyen varios factores. En primera instancia, la buena imagen del espacio vecinalista frente a los partidos tradicionales ha generado un cambio de mentalidad en el electorado de la ciudad, que busca nuevas opciones políticas centradas en lo local y en las necesidades reales de la población.
Ese comportamiento se vio reflejado en el sondeo preparado por la consultora QSOCIALNOW, en donde se indica una gran presencia de los spot y mensajes de Gonzalo Tavela y el partido Primero Dolores en YouTube y en las redes sociales, con un aumento paulatino de visualizaciones e interacción positiva con los dolorenses.
En segundo lugar, la aparición de un candidato joven como Gonzalo Tavela, que siempre ha trabajado en Dolores en la actividad privada, en el ACA, y su buen desempeño como Concejal desde hace cuatro años, invita a una percepción más cercana del candidato con el vecino. Quienes lo conocen bien suelen afirmar que Gonzalo es una persona honesta, trabajadora, que siempre está comprometido con la ciudad, y que su participación en la política lo mantuvo alejado de la rosca que se da en las superestructuras partidarias, porque sabe que es un vecino más y entiende que la manipulación partidaria termina alejando a los políticos de las necesidades reales de la población. Esa cercanía, entonces, se traduce en un fuerte sentido de pertenencia con la comunidad de Dolores.
En tercer lugar, otro factor que ha ayudado al crecimiento del partido vecinalista es el cansancio de la gente con tantas internas y chicanas interminables, hay un desgaste muy grande del intendente actual, se nota un cansancio de la sociedad dolorense con esta gestión. En particular, el vecino dolorense está decepcionado con el manejo desprolijo y desleal de la actual gestión municipal, cuando compra votos o amenaza a los empleados municipales de dejarlos sin empleo si no lo votan y acompañan en la campaña electoral.
La intendencia de Camilo Etchevarren también viene arrastrando debilidades burocráticas, una frágil organización de la información del municipio no ha permitido consolidar los canales de comunicación con el vecino dolorense. Además, en su gestión no se han logrado avances en la prestación de bienes y servicios públicos (no están todas las calles asfaltadas, hay poca presión o nula provisión de agua, no existe un departamento de Prevención del riesgo ante inundaciones), no ha logrado promover el desarrollo de la ciudad con nuevas industrias, no ha generado nuevas opciones de empleo para los jóvenes, que deben emigrar a otras ciudades y nunca logró estabilizar el nivel de actividad económica de Dolores.
Otra de las razones se asienta en que el partido vecinalista es una opción saludable para saltear la grieta con una agenda alternativa centrada en lo local, con un discurso antigrieta que reafirma que la ciudad está por encima de cualquier partido o bandera política. Esto ha llevado a un proceso de municipalización de la política, al que contribuye cierto debilitamiento o colapso de la dirigencia política tradicional, sumado a la situación de incertidumbre en el electorado ante los desacuerdos en los partidos tradicionales. Así, los nuevos partidos surgidos en los municipios conforman un camino alternativo que permite consolidar vínculos con sujetos sociales reales. En este sentido, el vecinalismo aparece como un espacio abierto, en donde pueden encontrarse individuos con distintos enfoques políticos, pero con un gran lazo con la ciudad y sus necesidades.
Para algunos analistas, la opción del partido vecinalista permite captar el voto de muchos ciudadanos descontentos o alejados de la política que votaban en blanco o no asistían a las urnas, puesto que sus propuestas están centradas exclusivamente en el ámbito local y sin depender de los discursos pegados a lo nacional. En este sentido, el movimiento Primero Dolores comienza a destacarse por su contenido vecinalista, con un perfil comunitario, con una propuesta de gobierno municipal que se diferencie de los órdenes provincial y nacional. No obstante, deja en libertad de acción a sus seguidores para emitir su voto a nivel provincial y nacional.
El partido Primero Dolores afirma su filosofía y acción en el terreno local para convertirse en una expresión válida de los vecinos dolorenses que quieren bien a la ciudad. De esta manera, se presenta ante el electorado una política de apertura con respecto a otras fuerzas políticas tradicionales. Ese cambio de escenario aleja al elector de los discursos cargados de intensidad ideológica y le acerca un programa que recupera valores más generales ligados a la idiosincrasia dolorense, muy distante del relato específicamente partidario nacional.
La inestabilidad institucional que viene teniendo Dolores desde hace 16 años, con una ciudad cada vez más aislada, sin una dinámica económica que apunte al desarrollo y con un intendente que se mantiene en el tiempo sin tomar contacto con la realidad local, engrosan el caldo de cultivo para repetir los fracasos. En contraposición a ese panorama gris, el partido vecinalista Primero Dolores logró captar rápidamente el interés de un electorado que por años permaneció sin actividad, con una estrategia de campaña movilizadora, ocupándose de las propias cosas que ocurren en la ciudad, recorriendo los barrios, con muchos vecinos trabajando en cada sector. Esa dinámica, le permitió acercarse a aquellos votantes indecisos e independientes que buscaban una opción política partidaria alternativa que apueste por el desarrollo de la ciudad.
En ese crecimiento del partido vecinalista tiene gran relevancia la figura de Gonzalo Tavela, quien ha estudiado y trabajado siempre en Dolores, un Concejal que conoce lo que sucede en las mismas entrañas de la ciudad, que puede comprender las dificultades que atraviesa el vecino ante la sequía, la falta de oportunidades laborales o cuando una tormenta deja anegada la ciudad porque no se supo prever esa contingencia por falta de obras. No mira la ciudad desde una torre de marfil intocable, Gonzalo camina las calles a la par del vecino y desde su cargo de Concejal viene presentando proyectos en el Concejo Deliberante para buscar alternativas y mejoras para Dolores.
Se vienen nuevos vientos en Dolores, la renovación de dirigentes es saludable para la democracia. La mirada fresca y entusiasta de Gonzalo Tavela y la potencia del partido vecinalista Primero Dolores resultan una buena opción para los dolorenses que esperan desde hace tiempo un verdadero cambio en la ciudad.